Las jaquecas, migrañas, dolores de cabeza, mareos, vértigos...son muchas veces las causas que traen, nunca mejor dicho, a la gente "de cabeza". Algunas veces son sensaciones leves, pasajeras, otras sensaciones de mayor embergadura que incluso impiden realizar las actividades cotidianas y otras veces, son situaciones verdaderamente complejas, que condicionan completamente nuestros días, haciendo que el despertarse por la mañana o el dormir por la noche sea practicamente imposible.

Es entonces cuando, normalmente empieza el peregrinaje por diferentes lugares de salud. Probamos de todo y vamos allá donde nos dicen. Nos hacen pruebas diversas y somos meros espectadores de los que nos acontece sin, realmente, ser conscientes de que podemos intentar algo diferente y algo natural para cambiar esa situación con la que convivimos muchas veces desde que somos niños.

Muchos de nuestros pacientes nos cuentan en la primera visita que "les duele la cabeza desde que tienen uso de razón" y "que conviven con ello y asumen que es así". Y realmente asumir una situación y vivirla de la mejor manera posible es positivo. No se puede estar siempre lamentándose y en efecto, la propia sabiduría innata hace que intentemos vivir de la mejor forma posible. Pero no por eso uno no tiene que intentar mejorar y probar algo diferente.

 

Si uno siempre hace lo mismo, siempre se obtienen los mismos resultados. Si uno prueba algo distinto obtendrá, seguro, otro resultado. No se puede saber, pero seguro, que diferente es.

El entrar en una dinámica rutinaria de medicaciones, pruebas, sombras y luces,... muchas veces es difícil de romper. Convencer a alguien para que entienda que muchas veces sus dolores de cabeza provienen de las malas alineaciones vertebrales a menudo cuesta. Pero cuando uno ve los cambios que se producen en los demás ajustándose y como le cambia la cara a la gente cuando viene y es constante, te das cuenta de que hay que romper esa dinámica, esa barrera rutinaria y adentrárse en otras formas de entender la salud.

 

Al final, la salud depende de uno mismo. De lo que coma, de lo que se ejercite, de lo que descanse, de lo que sienta y piense, y de lo que le toque vivir, está claro. Pero si uno decide probar, puede cambiar.

Los dolores de cabeza no tienen porqué ser algo cotidiano, inseparable de uno, algo imposible de borrar. Los dolores de cabeza no tienen porqué ser algo continuado. Pueden ser esporádicos, ajenos y borrables. Pueden ser solucionables si uno decide cambiar.

 

Acércate a tu quiropráctico más cercano y que te chequeé la columna vertebral. Que detecte las subluxaciones que tienen y que te proponga un cuidado. Y comienza a ir. Según la recomendación que te indique. Tú hazle caso. Prueba. Espera. Ten paciencia. Y te descubrirás queriendo mejorar en otros aspectos y teniendo tú el control sobre tu salud.

 

Te esperamos.